Dos macetas violetas recién plantadas son símbolo del germen de una nueva amistad. El compromiso con la igualdad de género ha estrechado lazos de colaboración entre las Asambleas Feministas de los IES zaragozanos Valdespartera y Virgen del Pilar. Sus integrantes han sembrado feminismo, a través de una actividad llevada a cabo durante el 23 de noviembre, enmarcada en la conmemoración del 25N y organizada por la coordinación de Convivencia e Igualdad y la Zona Joven del IES Virgen del Pilar.

El objetivo era agitar conciencias y sensibilizar entre iguales sobre la necesidad de afirmar las ideas, compartirlas y crear espacios libres de violencias y juicios donde expresarse libre y respetuosamente y reivindicar el derecho a una sociedad más igualitaria. Para ello, el alumnado de la Asamblea Feminista del IES Valdespartera ha visitado el IES Virgen del Pilar, donde han compartido un almuerzo de trabajo con los “Pilares feministas” para explicarles su experiencia e inspirar con su ejemplo. Entre muchas otras, han puesto ejemplos de actividades que han realizado, como la impartición de un taller de micromachismos al alumnado de 1º de la ESO, con posterior juicio y debate; que fue liderado por las propias alumnas integrantes de la asamblea.

Después de la reunión, el alumnado de Valdespartera ha pasado por las aulas del Virgen del Pilar para compartir sus inquietudes con el alumnado de los cursos de 3º y 4º de la ESO, a quienes han animado a “unirse a las asambleas feministas” para tumbar roles de género y disfrutar de actividades muy interesantes. En definitiva, se trata, han dicho, de compartir intereses y sueños, en un tiempo y un entorno sano, seguro y libre de juicios, donde las alumnas y los alumnos diseñan su propia ruta y suman esfuerzos para, en última instancia, transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas, y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres.

El alumnado ha seguido con mucho interés el relato de la Asamblea Feminista de Valdespartera, así que el objetivo de la actividad está más que satisfecho. Ahora, el reto es alimentar de feminismo la nueva relación sembrada entre los dos centros, para que las plantas violetas crezcan sanas y fuertes y den buenos frutos.

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